Solos por la autopista: seis años después de abiertas, las radiales de peaje están vacías
El Economista
6 de junio de 2011
¿Se ha imaginado alguna vez conducir solo en Madrid? Sin atascos, sin coches, sin nadie que le adelante por la izquierda… No, no se trata de una cámara oculta ni Alejandro Amenábar ha despejado la carretera para rodar su próxima película. “No haría falta”, dice un actor secundario, una empleada de la estación de servicio de la Radial 4 –la autovía de peaje que une la circunvalación M-50 de Madrid con la ciudad toledana de Ocaña-. “Siempre está vacía”, subraya. La R-4, la R-2, la R-3, la R-5 o la AP-41 a Barajas. En todas la sensación es la misma, de vacío absoluto.
Maite Cabrerirzo