Justos por pecadores

20 Minutos Madrid

21 de febrero de 2011

La Dirección General de Tráfico va a dejar conducir a los menores y va a imponer límites de 30 km/h en las calles de un carril. Por un lado, flaco favor hacen estas medidas a la lucha contra el calentamiento global, ya que ni fomentan el transporte público, ni reducen las emisiones de gases (si se va más despacio, se tarda más en llegar y se contamina más). Y por el otro, aunque la DGT asegure que servirán para reducir los accidentes, esto no será así. De nuevo, para no tener que educar y/o sancionar a los malos conductores que van a más velocidad de la permitida y a los irrespetuosos peatones que cruzan de manera indebida, se limita la velocidad a todo el mundo, y arreglado. No, señor Pere Navarro, esa no es la solución para reducir la siniestralidad.

--Antonio Prieto--

 

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